Una de estas noches...
Pase de ser un reloj que bailaba con la cabeza al ritmo de mis propias manecillas a ser una figura de porcelana que regalaba besos demasiado breves.
-¿Conoces la filosofía medieval?- me pregunto envuelto en la cobija negra- Se trata del compromiso, según ellos, si te comprometías con algo, lo que fuese, el universo te abriría las puertas y podrías cumplirlo, el mundo sería tuyo si tú lo desearas.
-¿Y qué opinas de eso?
- Esta bien, pero llegaron los cristianos a descomponerlo.
-Ufff que raro…
Y nuestras manos empezaron a bailar en el aire.
-Cuando somos demasiado estéticos, debemos descomponernos. ¿Por qué? Porque la belleza no existe, también es un concepto cristiano. Todas las caras humanas son horribles.
-No estoy de acuerdo. La belleza si existe, pero es diferente para mí que para ti, es algo relativo…
-En fin, creo que ella debería comenzar a prostituirse, si yo fuera tú se lo habría dicho, ese es su futuro, solo hay que decirle que cobre caro y se administre bien. Tiene cara de puta…
-Jamás le diría eso...aunque no niego que lo haya pensado.
-Lo malo con ella es que quiere acceder a un mundo que no existe.
-Lo malo con ella es que todavía vive…
Y volvemos a lo nuestro
-Hare una canción punk con tres acordes. Do, Re, Sol…
-No me gustan tus acordes y tampoco el nombre de las notas musicales ¿Fa que chingados?
-¿Puedes solfear? Martinillo, martinillo…
-No puedo…
-Canta el flautista de Hamelin.
- No la conozco.
-¿No conoces el flautista?
-Solo el cuento, pero jamás me gustó la idea de ser un ratón.
-Si hay algo que vale la pena de Mozart, es esa opera.
Y llego la Reina de la Noche a las 6:16 am. Tengo un cigarro en mis manos, a María Callas flotando en el aire y un pinche dolor de estómago causado por la gastritis. Hoy tampoco dormimos. Pero hay demasiado café...
No hay comentarios:
Publicar un comentario