Como “adultos” creo que ya pasaron los tiempos en que uno anhelaba ser el ídolo de barro en turno, o la estrellita de pop rubia que brincaba de un lado a otro en el escenario de un programa de tv. Por lo menos en mi niñez así lo vi, los niños querían ser tal o cual futbolista, mientras que las niñas comenzamos a anhelar cabellos rubios, rizos y una sonrisa Colgate para ser como la pequeña que jugaba con el Oso de los dulces “Tomy”, que respondía al nombre de Marcia y odie toda la primaria por ser una completa bruja.
El punto es que toda nuestra vida nos dieron modelos a seguir, ya sea en el seno familiar “Es que tu hermano es mejor”, “Es que tu prima se arregla más lindo”, “es que la hija de “cuquis” siempre saca diez”. O en la escuela, peor aún si uno es adolescente y mujer al mismo tiempo, creo que los hombres no tienen tantos líos con las batallas de “popularidad”, lo que viene a ser lo mismo, ellos no necesitan mucho ser “personajes” (aunque siempre terminan creándose algunos…) Pero como mujer es un infierno. Cuando era adolescente quería ser la “Brenda Walsh” mexicana, y cuando vi que no funcionaba, entonces me pase al lado oscuro para convertirme en otra “Siouxsie Sioux”, claro está, que ese estilo de vida combinaba más con mi sentir y mis emociones en ese entonces…
Lápiz labial negro, sombras negras, ropa negra… pesimismo, depresión, tristeza, ¿Por qué estuviera de moda? No lo creo, fue por falta de identidad propia. Necesitaba sentirme parte de algo, tener en mi entorno inmediato a personas que yo creía eran IGUALES a mí, perdiendo de esta manera toda posibilidad de querer ser única. Estaba triste porque no encontraba en mi nada similar a lo que veía en los demás, y ese motivo de mi depresión, debí tomarlo en ese entonces como mi más grande victoria. Y ese es el pedo con los defensores de la igualdad, querer homogenizar a los seres humanos como si fuésemos casas “Ara”, mismo tamaño, mismo color, misma capacidad…patrañas.
Y no hablo de razas, de creencias, hablo de personalidades, de carácter, de todo lo que poco a poco nos roban, y que de la misma manera lenta terminamos por querer perder, pues al luchar por ello, perderíamos inmediatamente nuestro lugar en la sociedad.
Y como adultos pasa lo mismo maldita sea. Los hombres casados necesitan reafirmarse a sí mismos al igual que sus amigos rebelándose ante el control matrimonial, las mujeres casadas necesitan revivir las mismas pendejadas que vivieron sus madres entre celos, frustración y frigidez. Porque así es como debe ser, repetir una y otra vez los errores de nuestros padres.
Y en la mayoría de los seres humanos es lo mismo, disfraz tras disfraz, careta tras careta, una y otra vez, sin tener la más mínima idea de la propia individualidad. El mejor trabajador, el mejor mesero, la mejor en el “Cibersexo”, la mejor secretaria. Pero ¿Cuando eres el (la) Mejor Tu?
El internet es una clara muestra del uso de las máscaras que algunos usan, toman cada trauma, vacío, carencia, complejo, etc…lo ocultan tras el monitor (solo a veces lo logran, no por mucho tiempo) y muestran todo aquello que anhelan ser y no son. De pronto el panzón divorciado y estéril se vuelve un profesor de literatura y seduce a chicas con sus frases sacadas de la página de “Frases y Pensamientos” y aquella chica de cabello reseco, ignorante hasta la madre y con olor a sudor, se vuelve la chica “sexi” de la webcam..
Realmente, nuestra vida es una mentira, cada pensamiento, sentimiento, impulso… son ajenos a nosotros.
DEBES amar a tus padres, DEBES tener una carrera para ser ALGUIEN, DEBES sufrir cuando alguien que amas se muere, DEBES sufrir si esa persona es infiel, DEBES ser delgada, NO DEBES divorciarte, NO DEBES dejar sufrir a tus hijos, NO DEBES mandar a la verga tanto control, porque el caos es “malo” ¿Qué puede ser peor que esto? DEBES Y NO DEBES… SIMPLEMENTE NO PIENSAS.
NO VIVES, IMITAS.
NO DAS, TOMAS.
COPYCAT..
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