viernes, 14 de enero de 2011

“La muerte definitiva o la muerte de un Concepto”

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El frio me impidió levantarme temprano de la cama, y allí, envuelta en cobijas, sudaderas y mi playera de manga larga de Moonspell, me pase buena parte del día mirando TV. Pasaron tres programas seguidos tipo “La Ley y el Orden”, pero mi mente quedo anclado en un comercial del capítulo final de mierda de la serie de “Lost”, Uds. saben, la parte donde todos han muerto y se encuentran en una capilla reunidos y se besan y abrazan y en fin…

Se me fueron tres horas seguidas pensando en si la muerte será así, volveremos a ver a nuestros ancestros, amigos, etc…

Si me remonto lo más lejanamente posible a la pre-historia e historia en el tiempo lineal, los mismos neandertales enterraban a sus muertos, no tengo idea del simbolismo de esto, si fue por alguna motivación espiritual, o por una razón de algún otro carácter.

En Sumeria encontramos en el “Gilgamesh”  el dolor por la muerte de Enkidu.
Tenemos también todos los ritos funerarios usados en Egipto. La momificación, los hechizos, los objetos y la literatura “funeraria” que sería usada en la “Otra Vida”.Los fenicios, con su ritual de sacrificio del hijo del más alto a Baal, para la salvación humana, y posteriormente de la muerte su resurrección (¿De allí salió el mito de Jesús?). El Caronte de Grecia, el Hades romano, el Mictlan de nuestra propia cultura, el Walhalla nórdico, el Nirvana y muy a mi pesar, el “Paraíso” del carpintero.
El punto es que la vida después de la muerte, sea como sea y adonde sea, es una constante en todas las civilizaciones y culturas antiguas.

Creo que la única forma de saber la verdad será cuando muramos, y “la materia no se destruya, solo se transforme”, lo que me remite inmediatamente a la Inmortalidad, pero, ¿solo somos materia?

Unos dicen por allí, que al morir nuestra alma, espíritu, conciencia o como se le quiera llamar, se convierte en cascadas de cristales azules en el momento justo donde cruza de la vida a la muerte. Pero si esto pasa, y solo se pasa de un estado a otro. ¿Dónde está la muerte? Dejo de ser un pedazo de carne, y sangre para convertirme en cristal, por lo tanto no estoy muerta. 

Para otros, al morir, el cuerpo inerte y descompuesto se transforma en otra entidad, hierba, flores, aire, agua… Y se anula el concepto de la Muerte.

Para otros, si violas niños, asesinas, robas y te arrepientes antes de morir, arrodillándote mentalmente y subyugando su voluntad a la del Dios Cristiano, la muerte los lleva al Paraíso (Solo hay que ver que el cielo está lleno de sacerdotes pederastas arrepentidos), pero si no lo haces, arderas eternamente en el infierno. Pero… no estás muerto, pues estas en el cielo, o estas ardiendo, y esa parte que arde en llamas y te hace gritar desesperado de dolor, aún continúa con vida, por eso duele. Aunque acá el concepto de muerte está más cabròn, ¿Cómo puede arder un alma “carnal” si atrás quedo la carne?

Adonde quiero llegar es a lo siguiente, solo podemos determinar la muerte clínica, pero, si una semana después de haber fallecido mi perra, sigue habiendo células vivas descomponiéndose en ella ¿Cómo se llama esa muerte? Y cuando no haya más en descomposición, y todo en ella haya muerto y se haya transformado. ¿Qué fue lo que murió? ¿Ella? O ¿el concepto que yo tenía de ella?

Por lo tanto, al morir yo, pasara lo mismo, y cuando no haya nada más que morir en mí, morirá mi concepto. Y al ser yo un “concepto”, mis ancestros, amigos, etc… también lo son. Entonces ¿Cómo se puede dar un reencuentro entre conceptos muertos?

Quizá se de en los segundos posteriores a mi muerte, donde el tiempo deja de serlo, y en esos instantes pueda “vivir” con ellos nuevamente, en lo que para mí puede ser una eternidad, o una vida entera. Pero después, simplemente seré una partícula  inmortal más vagando por el Universo hermosamente caótico y esa será mi “vida después de la muerte”, por lo menos, hasta que empiece a “vivir” nuevamente.

No hay Dioses, ni Diosas, solo tu y la eternidad...

PD No vuelvo a ver tanta TV.




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