jueves, 24 de febrero de 2011

“Evolución Humana”

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Leía en los diarios virtuales la situación que se vive actualmente en Medio Oriente, Egipto, la matanza en Libia, etc. Leí también como se achaca la amistad de líderes de una supuesta “izquierda” latinoamericana a Gadafi, se habla de los contratos celebrado entre Venezuela y Libia. Pero conscientemente se olvidan de mencionar los que celebro Estados Unidos con el régimen del mismo País en cuestiones de petróleo. Veo como las personas pasan por alto todo, y confieso que estuve a punto de hacer lo mismo. Alejarme del monitor, de las noticias, cerrar los ojos a los miles de conflictos mundiales que nos atañen a todos, y hacerme pendeja mirando algún programa estúpido en la TV, intentando con esto enajenarme y caer de nuevo en lo que tanto me caga la madre: La pasividad.

Lo acepto, hubo un momento en el que sentí la sangre hirviendo, y me encabrone, y me deprimí. Porque fui y sigo siendo incapaz de entender que chingados le pasa a las personas. Y justo en el momento en el que quise darme por perdida y prender el televisor, comencé a escribir esto.

No cambio nada, definitivamente con estas palabras no morirán menos libios, no evitare la ambición de los gobiernos de Estados Unidos e Israel, no frenare la estupidez de la gente, ni hare que ningún pendejo se detenga a pensar lo que yo llevo horas pensando:

“La mejor muestra de sumisión y pasividad humana se encuentra en los noticieros, puta domesticación, puta servilidad, puta cobardía...Vale madre el género humano, hasta los perros muerden chingada madre.”


Esta es la “evolución humana”…

Una raza de castrados adictos a la “felicidad y la libertad” que a diario les meten hasta por el culo con la propaganda. Regímenes totalitarios, democracia, fascismo, comunismo, socialismo todo es la misma mierda. Una raza de traidores a sí mismos, por cambiar sus valores y su esencia real por dinero, por poder, por ambición, por chantaje, por miedo, por vanidad, por conceptos, por esquemas…

Y no tiene ninguna importancia la sangre que se derrama en este momento, ni la que se ha derramado en el pasado, porque hoy, aquí y ahora, a los que estamos lejos, a los que estamos cerca, a los negros, blancos, amarillos, putos y putas nos vale verga dejar de ser un puñado de maricas.

Porque no importa que nos tengan de los huevos, “Algún día “las cosas mejorarán. No importa que trabajemos como esclavos para una bola de vividores, ni que gastemos nuestros sueldos en mierdas inútiles, ni que nuestros padres nos manden a una escuela para ser objetos, no sujetos. Vale madre que la gente que por fin está abriendo los ojos a esta patética existencia esté cayendo al suelo en un mar de sangre bajo las balas de los aviones que ellos mismos han pagado con sus impuestos. ¿Por qué habría de importarnos si nosotros no estamos allí? ¿Por qué habría de dolernos o de hacernos emputar? Amamos nuestro pinche egoísmo. No nos lastiman esos niños mutilados, porque nuestros hijos están dormidos en sus camas, no nos interesan los llantos de esas mujeres, porque nuestras madres están viendo sus novelas acostadas en su cama…

¿Qué importa que maten a miles por subir el puto precio del petróleo? Nosotros tenemos agua caliente para bañarnos…

Y no puedo evitar recordar aquel diálogo de “Hombre mirando al Sudeste”:

“Yo soy más racional que ustedes, respondo racionalmente a los estímulos. Si alguien sufre lo consuelo, si alguien me pide ayuda se la doy, ¿Por qué entonces usted cree que estoy loco? Si alguien me mira, lo miro. Alguien me habla, lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer esos estímulos. Simplemente por haber ido ignorándolos.
Alguien se muere y ustedes lo dejan morir, alguien pide ayuda y ustedes miran para otro lado, alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen, alguien se muere de tristeza y ustedes lo encierran para no verlo. Alguien que sistemáticamente adopta esas conductas, que camina entre las víctimas como si no estuviera, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que está enfermo.
Su realidad es espantosa doctor, ¿Por qué no dejan de una buena vez la hipocresía y buscan la locura de este lado? Y se dejan de perseguir a los tristes, a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren o porque no pueden.  Toda esa mierda que usted me vendería de muy buena gana. Si pudiera, claro…”
“Rantés.”

Locura y Tormentos. No veo más…

1 comentario:

  1. Paola: me encanta la forma en que proyectas tu ira, lo que me hace pensar en una humana cabal que no cierra los ojos a lo que ocurre en otros lugares del planeta y que se preocupa por la gente que no conoce, por los humanos como uno sin poder y dueño de sus actos.
    Siempre he creído que los medios mostrarán sólo una parte fragmentada de la realidad: la que ellos quieren que se vea, y por ello es que de unos años a la fecha procuro apagar el televisor antes de las 10:30, o bien, cambiarle de canal. El talk show de la sangre, de la hipocrecia, de la ambición de poder ya no me satisface así que prefiero pensar en que esa gente sabe lo que hace, esperando que un día a este país le toque ver la verdadera democracia (la real, no la del IFE o los discursos polítícos)y que la gente también haga algo por cambiar s entorno.
    Me encanta ver la forma en que los políticos ya se curan en salud con discursillos sobre democracia y pacifismo porque saben que si esos despertares se extienden, ellos ya valieron queso.
    Me encanta tu pensar, Paola.

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