sábado, 1 de enero de 2011

“Libertad, Patrones de Conducta, un extraño fin de año y el verdadero cuento de Caperucita Roja”

Libera-te, libera-me, libera-los. Libertad. Libre de mí. ¿Cómo diablos se consigue? Voluntad.
Tomar todos esos patrones de conducta de mis padres y arrojarlos al caño como toda la mierda. ¿Cómo los padres pueden ser tan hijos de puta con los hijos? Obvio, son ciegos y…fueron hijos también.

Tengo pocos recuerdos del “raciocinio” de mi infancia, pero recuerdo algo muy claramente, NO QUIERO SER COMO MI MADRE. ¿Y luego? ¿Cuándo me convertí en lo que más odiaba?  En verdad, jamás me di cuenta de la mutación. Estuve al borde de una crisis nerviosa entre la falta de cigarros, la verdad de mi comportamiento, el llanto y la presión  durante todo el día. Ya conozco y reconozco, espero estar a tiempo de salir del capullo y volver a ser oruga, no quiero abrir las alas y verme convertida en una mariposa neurótica, manipuladora y controladora…

Luego, abrí la caja de pandora… yo y mi maldita curiosidad (por no decir pendejez…) Descubrí varias cosas al hacerlo, no confíes en mujeres mayores con tendencias sadomasoquistas,  jamás te pruebes a ti mismo con cosas que no te pertenecen, di las cosas en el momento correcto, no importa si tienes que cachetear a alguien… (No me hagan caso, quizá, sea mejor hacerlo cuando la cabeza este fría, aunque no estoy segura de eso…) y por último,  manda a la verga tu ego. Solo estorba en tu vida. ¿Qué más da que hablen mal de ti a tus espaldas? ¿Qué más da que lo haga alguien en quien confíes? ¿Qué más da que tú también lo hagas “discretamente”? Somos animales que hablan… o escriben. Las palabras no son el reflejo de nuestra virtud, mucho menos en estos casos…. 
 
En fin, después de un extraño inicio de año, salgo a la tienda de la esquina por un cigarro. Camino por mi “nueva vida”, nuevo estado, nueva calle…y no. Definitivamente no se siente igual, confieso que extrañe mi antiguo estado, con mi antigua calle. Vi las nubes grises en el cielo, y extrañe las mañanas claras, Vi la casa rosa de mi nueva vecina y extrañe los tabiques desgastados de mi antigua vecina. Sentí calor y extrañe el frio. Ya, basta de nostalgias me dije a mi misma. Entre a la tienda y me atendió el cristiano (allí entre en conflicto, porque no extrañe al tendero PRDista de mi antigua tienda) pero ¿se puede elegir entre un cristiano fanático y un obradorista fanático? No lo creo, total, Salí de la tienda con el cigarro encendido y pensé:

Caperucita Roja no tenía una abuela en el bosque, solo era una niña desobediente en una aldea lejana a la ciudad medieval, una tarde salió a cortar flores lejos de la barda de piedra, escucho un ruido en sus espaldas, miro al lobo fijamente a los ojos, y grito, y corrió, pero el lobo fue más rápido y la devoro. Lo único que quedo de ella fue su capa roja…

Claro esta, yo creo que en realidad ella era una adolescente que se fugo de su choza para tener sexo con el hijo del herrero, cuando escucho el crujir de las hojas no corrió, pues pensó que era ese marrano miando en algún árbol.. y tómala... se la chingo el lobo, pero esa es solo mi opinión.

Deberían contarle a los niños las verdaderas historias, algún día crecerán y se darán cuenta de que no llegara ningún leñador a salvarles de lo que deben experimentar. Moraleja: Se firme con tus decisiones y se responsable con los actos que cometes, no te salvaras de las consecuencias…


SALUT

2 comentarios:

  1. WOW... MUCHAS COSAS ME DEJA TU TEXTO PERO LAS DOS MÁS IMPORTANTES: NO QUIERO SER COMO MI PINCHE PADRE!!!!! PERO ESTOY A DOS PASOS O UN MES; Y, TENGO QUE MANDAR A LA VERGA MI EGO PERO ¿CÓMO SE HACE ESO?
    ESPERO RESPUESTA.

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  2. Pues yo use mi memoria para darme cuenta de lo que no quería ser. Ejemplos: Cuando leyó mi diario y le contó a mis vecinos que ya no era virgen, cuando no me dejo ir al viaje de primero se secundaria porque yo era muy pequeña ( 13 años),cada vez que me golpeo, me grito, o me dijo mamada y media, vaya, recordé la frustración, el deseo de venganza, el coraje, y las ganas de largarme... y bueno, honestamente no quiero ser eso, y mucho menos inspirar eso. Quizá la respuesta sea recordar quienes eramos en ese momento...

    Respecto al ego, simplemente dejar de darnos importancia... ¿que somos?...

    Saludos..

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